6.- LOS SUEÑOS.-

Dentro de una psicoterapia de enfoque analítico, descifrar los sueños de los pacientes constituye una tarea fundamental que deben llevar a cabo paciente y terapeuta conjuntamente.

Freud tropieza con la interpretación de los sueños porque se da cuenta que constituyen enigmas para el pensamiento consciente, al igual que los síntomas patológicos. El paciente desconoce el significado de sus sueños, así como desconoce también el significado de sus síntomas. De este modo, Freud constata que existe un claro paralelismo entre estos dos fenómenos. Para esclarecer el significado de los sueños de sus pacientes, lo que hace es aplicar el método de la ASOCIACIÓN LIBRE, que en un principio utilizó para averiguar qué se escondía detrás de las manifestaciones sintomáticas y que tan fructíferos resultados obtuvo en la tarea de iluminar las causas de los padecimientos de sus pacientes, para llegar a la curación de los mismos.

Recordemos que el método de la ASOCIACIÓN LIBRE, el paciente debe comunicar al terapeuta TODO lo que se le pase por la cabeza, por muy absurdo que sea. Debe suspender toda crítica y todo pensamiento lógico para seguir una cadena de asociaciones libres.

Para poder interpretar los sueños hay que distinguir:

a): EL CONTENIDO MANIFIESTO: Compuesto  por las imágenes que aparecen en los sueños. Son fundamentalmente de carácter visual y a menudo absurdas e incoherentes.

b): EL CONTENIDO LATENTE: Son las ideas que se esconden detrás del contenido manifiesto. El contenido latente tiene sentido y lógica.

El proceso psíquico que ha transformado el contenido latente en manifiesto, se llama “ELABORACIÓN DEL SUEÑO “.

De este modo, llegamos al punto de concluir que el sueño es un jeroglífico que habría que descifrar para conocer su significado, empleando el método de la Asociación Libre.

Dentro de la Elaboración del Sueño, es preciso conocer unos mecanismos específicos que transforman o enmascaran el contenido latente en manifiesto. Estos mecanismos serían:

1.- LA CONDENSACIÓN.-Consiste en que varios elementos aparezcan en una sola imagen del sueño como superpuestos o condensados. Por ejemplo: En un sueño puede aparecer un personaje anciano, , que se parece a un profesor conocido y lleva un traje de policía. Habría que interpretarlo como una figura de autoridad.

También, en la condensación puede aparecer representado por un solo elemento, dos ideas contradictorias. Por ejemplo: Soñar con un accidente terrible de coche y salir los pasajeros totalmente ilesos. El significado sería: “No era para tanto el peligro”.

2.- EL DESPLAZAMIENTO.- Consiste en desfigurar o enmascarar el sentido de las imágenes del contenido manifiesto: Lo que nos parece más importante del contenido manifiesto no lo es tanto y un pequeño detalle, casi desapercibido, ahí es donde el sueño revela su significado. Es decir que se desplaza lo que es importante a detalles que parecen nimios.

El desplazamiento aparece también en las fobias. Por ejemplo: Miedo a lugares pequeños y estrechos, o sea, claustrofobia, puede esconder que hay algo en nuestra vida que nos resulta insoportable.

Otro aspecto de la interpretación de los sueños, es que todo sueño, aunque no lo parezca, tiene relación con la vida despierta; con impresiones o acontecimientos de los últimos días. La mayor parte de las veces está relacionado con lo ocurrido el día anterior del sueño.

FINALIDAD DE LOS SUEÑOS.-

Todos los sueños parecen ser realizaciones de deseos. Dentro de esta norma general, se puede distinguir:

a): Sueños que presentan un sentido claro: Sobre todo, los sueños de los niños, son francas realizaciones de deseos. Por ejemplo, que se está en un parque de atracciones, o comiendo tarta de chocolate, o subiendo una montaña….

b): Sueños oscuros y embrollados: Son realizaciones de deseos reprimidos.

c): Sueños que representan un deseo reprimido, pero sin disfraz, o con deformación insuficiente. Estos producen mucha angustia y el durmiente acaba interrumpiéndolos por medio del despertar (pesadillas).

CONCEPTO DE CENSURA Y OLVIDO DE LOS SUEÑOS.-

Podríamos preguntarnos por qué existe este enmascaramiento que observamos, tanto en los sueños, como en los síntomas. Para entender esta cuestión hay que referirnos a la existencia de “lugares” en el Aparato Psíquico. Nuestra mente, es compleja, además de dinámica. Tiene diferentes aspectos que Freud denomina INSTANCIAS.

a): LA INSTANCIA DE LA CONSCIENCIA.- Es la que rige la vida despierta. Aquí predomina la lógica, la percepción y la realidad.

b): INSTANCIA DEL PRE-CONSCIENTE.- Sería la frontera entre la mente consciente y lo totalmente inconsciente. En esta instancia se encuentra la CENSURA, que es un mecanismo que permite o prohíbe que contenidos inconscientes, o sea, reprimidos, accedan a la consciencia.

Durante el sueño, la censura está más relajada y permite que haya mayor afluencia a través del Pre- Consciente de ideas reprimidas. Solo que salen deformadas por la Elaboración del sueño o Elaboración Onírica, que veíamos antes…Porque, aunque la censura se relaje, no lo hace del todo.

Después, cuando despertamos, los sueños suelen olvidarse tan rápido, como se deshacen las pompas de jabón. Al despertar y en estado de plena consciencia, la censura recobra su fuerza y no permite hacer consciente ideas prohibidas.

A veces, en el análisis de un sueño, se recuerdan algunos detalles y vuelven a la consciencia escenas o fragmentos de un sueño, que el terapeuta, con ayuda del paciente, puede descifrar.

Por último, decir que para FREUD: “Los sueños son la vía regia de acceso al Inconsciente”.

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5.- LOS SÍNTOMAS.

Los pacientes que acuden a la consulta del psicólogo, generalmente lo hacen porque padecen algún tipo de malestar psíquico que no pueden controlar, que ignoran su procedencia y desconocen cómo manejarlo.

Es decir, que el paciente que acude a psicoterapia, busca ayuda del profesional, porque su padecimiento necesita un enfoque especializado.

Las causas más habituales por las que alguien consulta suelen ser: ataques de pánico, ansiedad descontrolada, trastornos de alimentación (Anorexia y Bulimia), trastornos del sueño, depresiones, duelos, fobias de diversos tipos, trastornos obsesivos-compulsivos, conductas bipolares, secuelas traumáticas, etcétera….

Todos estos malestares constituyen los síntomas patológicos por los que se va a terapia.

Pero ¿ Qué es un síntoma?.

Si recordamos el anterior artículo sobre “La Fantasía “, decíamos que hay fantasías que se hacen inconscientes y derivan en síntomas.

La técnica psicoanalítica parte siempre de los síntomas para poder acceder a esas fantasías inconscientes, para hacerlas conscientes. Además, un síntoma no suele corresponder a una sola fantasía inconsciente, sino a varias. Un síntoma vendría a ser como una maraña de hilos de colores que hay que desenredar y ordenar.

Diferentes aspectos del Síntoma:

a): Un síntoma es un símbolo mnémico o de la memoria. Hace referencia a ciertas experiencias, en las que casi todas tienen que ver con lo traumático. Un ejemplo: la muerte de un ser querido en la infancia  puede derivar en una depresión crónica o melancolía, porque no se tuvo la madurez suficiente para resolver la pérdida como un duelo normal. La persona en su vida posterior puede no recordar el impacto afectivo de aquella muerte, ni las circunstancias que rodearon el suceso. Solo siente periodos de depresión y no sabe por qué. En este caso, habría actuado la represión, como mecanismo de defensa y la tristeza sustituye al recuerdo penoso. Entonces el síntoma es como una metáfora del suceso traumático; un sustituto de lo que pasó.

b): El síntoma es también una transacción entre dos movimientos afectivos contrarios: deseo y malestar. En el síntoma se exterioriza el segundo, la angustia o malestar, mientras que se evita exteriorizar el primero, el deseo o placer. Este, se reprime. Por ejemplo: La agorafobia o miedo a salir al exterior. Lo que se expresa es el pánico a salir a la calle, mientras lo que se oculta es el placer obtenido al conseguir que todos en la casa estén girando alrededor del fóbico, acompañándole y arropándole. Esto se llama también el beneficio secundario o beneficio  oculto del síntoma. Es decir, que el síntoma, a pesar del malestar evidente padecido por la persona que lo sufre, le sirve para la satisfacción encubierta de deseos inconscientes.

c): Otro aspecto interesante del síntoma es su carácter punitivo, de auto boicot, para el que lo padece, pues ya hemos dicho que la persona sufre con sus síntomas. Aunque en el apartado anterior  se constataba que se obtienen beneficios ocultos, es indudable que el síntoma patológico tiene mucho de auto castigo.

Esta contradicción se explica porque el ser humano es una unidad compleja, formada por diferentes aspectos, que a veces se pelean nos con otros: mundo interno frente a realidad externa, el propio individuo frente a los otros, afectos frente a la razón, placer frente al deber…. Y así, una larga dualidad de aspectos contrapuestos.

Conseguir que todas esas facetas marchen en sintonía, en equilibrio, es labor ardua del trabajo terapéutico, que busca como fin último, que el sujeto no padezca tanto con sus contradicciones, que aprenda en la terapia, nuevas herramientas para manejarlas, que haga consciente lo que no lo está, y que pase “de la miseria neurótica” a la infelicidad normal”, en palabras de Freud. En mis palabras, que aprenda a sanear su narcisismo para convertirlo en autoestima, y que aprenda también a tolerarse a sí mismo y a los demás.

 

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4.- FANTASÍA

Según el diccionario “Fantasía” es una producción de la imaginación, mediante la cual el yo trata de escaparse de la realidad.

Pero para el Psicoanálisis, “Fantasía” es el equivalente a realidad psíquica. Es el monólogo interno del sujeto, una especie de argumento dramatizado, o dicho de otra manera, lo que nos contamos a nosotros mismos.

Las fantasías tienen que ver con el Narcisismo, que es la idea imaginaria que un sujeto tiene de sí mismo. La primera noción que tenemos de nosotros mismos no es real, sino imaginaria.

La psicoterapia trabaja las fantasías, tanto las conscientes, como las inconscientes, porque si se cambia nuestro monólogo interno, cambiamos nosotros. Somos seres subjetivos. Freud decía que “Lo que nos enferma son nuestros pensamientos, nuestras creencias…” Según esto, si conseguimos transformar nuestro mundo interno en cuanto a pensamientos, creencias, suposiciones, auto reproches, juicios, valoraciones, temores infundados ,pensamientos mágicos y supersticiones absurdas, conseguiremos ser más libres y objetivos.

En un artículo de 1911 titulado “Los dos principios del funcionamiento psíquico”, Freud contrapone el mundo interno, que tiende a lograr la satisfacción mediante la ilusión o fantasía, frente al mundo externo, o mundo real, que se le impone al sujeto mediante la percepción. Para entender mejor este argumento Freud se sirve del siguiente ejemplo: Un bebé puede succionar el pulgar para calmar su necesidad de alimento. Esta sería una satisfacción mediante la fantasía o alucinación. Imagina que está succionando el pecho materno…Pero la fantasía tiene un corto recorrido, ya que al transcurrir un tiempo solo succionando el pulgar nota que su estómago sigue vacío y acaba en furioso llanto, reclamando el verdadero alimento. La fantasía de succión del pulgar no ha sido suficiente para calmar su apetito.

Las fantasías pueden ser conscientes, es decir, los llamados “sueños diurnos” o “ensueños”. Por ejemplo: fantasear con ser un personaje de éxito, alguien rico, famoso, con poder….

Existen también las llamadas   “fantasías inconscientes”, que solo se las puede rescatar a través del análisis de los sueños, o desentrañando el sentido oculto de un síntoma patológico. De  este modo, las fantasías inconscientes suelen ser el origen de los síntomas. Por ejemplo: una claustrofobia, puede ocultar un miedo a estar atrapado en una situación laboral o familiar no deseada.

Las fantasías inconscientes tienen que ver con querer repetir la primera experiencia de satisfacción, que es la satisfacción oral del bebé con la madre cuando esta lo alimenta. Esta primera experiencia de satisfacción crea un circuito que se conserva en algún lugar de la memoria y cuando surge de nuevo un estado de necesidad (que no tiene que ser de alimento, sino afectiva o de estabilidad) , se carga el mencionado circuito de excitación, que busca desesperadamente obtener satisfacción.

Para lograr la satisfacción del deseo hay dos vías:

a): Satisfacción del deseo por medio de la alucinación (fantasía).

b): Maniobrar en la realidad para buscar dicha satisfacción.

Resumiendo: Sería la carencia, la falta, el estado de necesidad el origen de la creación de fantasías. De este modo, las imágenes vienen a tener una función compensatoria frente a la carencia: Fantaseo estar en una playa paradisíaca cuando en la realidad estoy soportando unas condiciones de trabajo insufribles. O un niño solitario puede crearse un amigo imaginario que lo acompañe en sus juegos.

De este modo, el psiquismo queda escindió en dos partes: Una parte que vive en consonancia con los mandatos de la realidad exterior y otra parte que permanece independiente de la realidad, la fantasía, que obedece al principio del placer. A esto último, se llama “creación de fantasías”, que comienza con los juegos infantiles, pasando por las fantasías diurnas de adolescentes y adultos, hasta llegar a la creación de obras de arte: desde la música, la danza, la pintura, literatura, etc. e incluso descubrimientos científicos.

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3.- AUTOBIOGRAFÍA: REVISAR LA HISTORIA PERSONAL

Cuando un paciente asiste a una psicoterapia de corte analítico, debe exponer al terapeuta su biografía, su historia personal.

 La mayoría de las personas hablan en terapia de su historia personal desde el apego y la identificación. El paciente, comienza la terapia hablando no tanto de sí mismo, sino más bien de la idea que se  ha formado  acerca de si mismo, en base a falsas creencias, mitos y relatos que ha extraído de su medio familiar y social.

El sujeto en terapia habla de su autobiografía como si tratara de verdades inamovibles.

Pero revisar la historia personal en análisis no es “contar su vida al terapeuta”, como lo haría con un amigo o un familiar. En realidad es volver a re-escribir su historia.

A lo largo de las sesiones se van desgranando los problemas, las falsas creencias acerca de sí mismo y de los demás, las idealizaciones, los sueños, las fantasías , los síntomas y los conflictos que le llevan a consultar con un profesional.

La palabra se constituye en elemento privilegiado como vehículo de comunicación entre paciente y terapeuta, así como la confianza mutua.

De este modo se realiza un trabajo de re-construcción de la biografía del paciente; al principio tan rígida y unilateral.

El paciente aprende a relativizar, a desdramatizar, a ver nuevas perspectivas ante sus problemas. Aprende también progresivamente a aceptarse y a aceptar a los demás, superando culpabilidades absurdas y aumentando su autoestima.

Esto es así porque en el transcurso del tratamiento se ha des-identificado con el sujeto que creía ser y adquiere mayor libertad interna para elegir el tipo de persona que quiere ser.

Más que hablar de “curación” tendríamos que hacerlo de “evolución” o de “modificación”.

El trabajo analítico intenta delimitar las dificultades psicológicas actuales, la biografía o historia personal del paciente (su pasado), así como las fantasías inconscientes que animan su mundo imaginario.

Dice Freud : ” La terapia será exitosa cuando el conflicto entre los deseos del paciente ( impulsos ) y su “yo” hayan terminado y cuando el “yo” consiga tener la energía de sus deseos a su disposición” ( Freud: Lecciones introductorias al Psicoanálisis.- Lección 28. Obras completas. Vol. VI ).

En otras palabras una terapia ha sido exitosa si se consigue un funcionamiento ego-sintónico del paciente, en vez  del anterior funcionamiento neurótico a egodistónico.

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2.- ATENCIÓN FLOTANTE.-

Es la manera cómo el terapeuta debe escuchar al paciente en terapias de corte analítico: El terapeuta debe dejar que su propia actividad inconsciente funcione de la manera más libre posible. Se trata también de que suspenda sus opiniones habituales, sus juicios de valor, su crítica…

El término “FLOTAR” significa según el diccionario de la Real Academia de la Lengua: ”Sostenerse ( un sólido) en la superficie de un líquido”.

Decía en una conferencia el gran psicoterapeuta y teórico argentino Héctor Fiorini , que cuando el analista entra con el paciente en la sesión, debe tener la mente en blanco. Nunca se sabe de qué se va a hablar allí, ni de lo que va a pasar. La sesión se construye paso a paso, en el presente….Nada más parecido al mindfullness…y nada más apasionante también.

Esta regla es complementaria a la Asociación Libre por parte del paciente. Es decir, ambas partes, paciente y terapeuta se comprometen a un diálogo abierto, espontáneo, ágil y creativo. Dice Freud al respecto :” Al igual que el paciente debe decir todo lo que se le pase por la mente, eliminando toda objeción lógica y afectiva, que le induciría a seleccionar; también el terapeuta debe estar en condiciones de interpretar todo lo que escucha a fin de descubrir en ello, todo lo que el Inconsciente oculta, sin que su propia censura venga a reemplazar la selección a la que ha renunciado el paciente,” ( Freud, Obras Completas, “Consejos al médico que empieza”.).

Los mejores resultados terapéuticos se obtiene cuando el analista SOLO ESCUCHA en la sesión. No especula, no persigue nada en concreto…Solo se deja sorprender por el discurso del paciente, libremente y sin ningún prejuicio… Será DESPUÉS de la sesión cuando pueda sacar mejores conclusiones o interpretaciones.

Lo fundamental para desarrollar una Atención Flotante, repetimos es que el analista intente suprimir o neutralizar en la medida de lo posible la influencia de sus prejuicios conscientes y de sus defensas inconscientes en la escucha. Para ello el analista deberá haber pasado antes de ejercer  su profesión, su propio análisis, el llamado “Análisis Didáctico”. Este, garantiza esa neutralidad tan necesaria para la escucha terapéutica: El terapeuta debe conocerse, haber revisado su historia personal, sus traumas, sus “puntos ciegos”, sus miedos y sus defensas.

El objetivo ideal sería conseguir una escucha “de inconsciente a inconsciente”, o como dice Freud en el mencionado artículo: “ El inconsciente del analista debe comportarse con respecto al inconsciente que emerge del paciente como un auricular telefónico, con respecto al micrófono.

Asimismo, la escucha se debe basar en la empatía incondicional del terapeuta al paciente. Esta actitud afectiva contrarresta  los prejuicios, las etiquetas, fomentando la libertad y creatividad necesarias para el trabajo terapéutico.

 

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GLOSARIO INDISPENSABLE PARA PSICOTERAPIA ANALÍTICA. 1.- ASOCIACIÓN LIBRE

“Asociar” en Psicología Dinámica hace referencia a toda unión entre dos o más elementos psíquicos. Dichos elementos no están aislados, sino conectados entre sí, constituyendo una “cadena asociativa”.

Una idea o un recuerdo se le puede ocurrir a un individuo de forma aislada. Sin embargo, esta idea o recuerdo normalmente remite a otros elementos que tienen relación entre sí. Por ejemplo.  Un olor particular, pongamos a pino. Nos remite al recuerdo de ese olor, a monte, a verano, a un verano en la montaña, donde había pinos en nuestra infancia….Luego recordamos una escena en un pinar, donde fuimos testigos de cómo un cazador mataba  a un conejo…Luego recordamos la muerte violenta del animal, ese fue nuestro primer contacto con la muerte, de un modo abrupto….Se descubren así series asociativas, como “hilos”, o “concatenación”, o “redes”…

Dice Freud al respecto en “Etiología de la histeria”: La cadena asociativa consta de más de dos elementos. No forman nexos simples como las cuentas de un collar, sino unos nexos ramificados  al modo de un árbol genealógico, pues a raíz de cada nueva vivencia entran en vigor dos o más vivencias tempranas, como recuerdos”.

Las asociaciones tienen que ver con la memoria. Con una organización compleja de la memoria. Esta opera como archivos perfectamente ordenados y clasificados. Estos archivos pueden ser consultados por diferentes vías: Por orden cronológico, por materias, por personajes….

Sin embargo, existen representaciones, o ideas, o recuerdos que no están en el curso asociativo, constituyendo grupos psíquicos separados o aislados. Estos grupos de recuerdos separados del curso asociativo se hallan “reprimidos” y nos ponen en contacto con otra consciencia, es decir, el Inconsciente. Este complejo proceso se descubrió por la hipnosis. En estado hipnótico, los pacientes aquejados de graves traumas, recordaban perfectamente los sucesos traumáticos, pero al regresar al estado de vigilia recordaban muy poco lo acontecido durante la hipnosis. Se les volvía a “olvidar”.

De este modo es cómo surge la “Asociación libre “: Al decir TODO lo que se no pasa por la cabeza, sin censura, lo no recordado ( lo reprimido) puede emerger con mayor facilidad a la consciencia. El paciente, en terapia analítica debe decir al terapeuta todo aquello que le venga a la mente, sin selección previa. Esta sería la regla fundamental: Comunicar TODO, incluso lo que parezca más absurdo o discordante.

Durante la sesión, el paciente no enunciará un discurso organizado. No interesa tanto transmitir un pensamiento cognitivo, aunque se haga. No es importante que traiga preparada la sesión. Se trataría, en cambio de hablar de un tema que se le ocurra en ese momento, sobre la marcha. Se desarrolla ese tema… pero puede surgir otro que interrumpe el primer tema…Se desarrolla también.

De este modo, facilitamos la aparición de lo inconsciente, por el movimiento inesperado de los temas, por los fallos o lagunas en el pensamiento consciente.

El Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis, define  ASOCIACION LIBRE, como “El método que consiste en expresar sin discriminación, todos los pensamientos que vienen a la mente,  a partir de un elemento dado: palabra, número, imagen de un sueño…etc y de forma espontánea.

La “Asociación Libre” tiene que ver con el “Brainstorming” o “ Tormenta de ideas”, estrategia utilizada en grupos terapéuticos o laborales: Un grupo se reúne y tiene que decir espontáneamente, todo lo que se le ocurra sobre un tema.

El escritor alemán Ludwing Börne, recomendaba que para convertirse en un escritor original, los aspirantes a ello debían escribir durante tres días todo lo que se les viniera a la cabeza, y denunciaba los efectos de la autocensura en las producciones intelectuales.

El término “libre”, hace referencia a que el pensamiento está controlado por una acción selectiva. Además, no hay un punto de partida predeterminado. Solo lo que surja, facilitando así la aparición del Inconsciente.

 

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MECANISMOS INTERNOS.-6: MECANISMOS DEFENSIVOS

Todos los mecanismos internos descritos en esta sección son considerados “mecanismos defensivos” o “mecanismos de defensa”. Pero ¿ Qué son?.

Pues aquellos medios psicológicos que el sujeto utiliza para solucionar conflictos que surgen entre las exigencias de los impulsos y la necesidad de adaptarse al mundo exterior, bajo determinadas circunstancias del ambiente familiar y social que nos rodea.

Para entender mejor este concepto de “defensa”, hemos de referirnos a uno de los principios básicos de la Psicología Dinámica: Toda la conducta humana está configurada por actividades conscientes y también por un funcionamiento inconsciente.

El psiquismo se halla constituido por tres “instancias” o tres elementos diferenciados. Se les puede identificar y dar nombres: 1): La parte instintiva, impulsiva y emocional. Es innata, o sea, la traemos con nosotros al nacer, como especie. El Psicoanálisis llama a esta instancia “ELLO.

2): La parte de la consciencia, de la realidad, la que conocemos como nuestro ”YO”.

3): la parte de la consciencia moral, de las normas,  valores y aspiraciones de cada uno, que normalmente nos es legada por nuestros padres, familiares, maestros, e instituciones sociales.  A esta instancia se la denomina “SUPER YO”.

La tarea de la Psicología Dinámica consistirá en adquirir un mayor conocimiento de estas tres instancias, de su funcionamiento, de sus relaciones entre sí y de sus relaciones con el mundo externo.

Los mecanismos de Defensa tienen sentido en el marco de este triple funcionamiento: Muchas veces las exigencias de una instancia, por ejemplo de un impuso del “Ello” (comer , en plan darse un atracón ) entra en conflicto con las exigencias o valores del “Super-yo” ( estar delgado o llevar una dieta sana), Aquí entrarían mecanismos defensivos ( culpa, prohibición…).

A continuación expondré brevemente el funcionamiento específico de las tres instancias:

1.- EL ELLO.- Solo puede conocerse mediante contenidos que pasan por la consciencia. Cuando en el Ello predomina un estado de calma y ningún impulso instintivo puja por alcanzar su satisfacción, no podemos saber nada de esta instancia. Ahora bien, cuando alguna exigencia instintiva o pulsión se hace consciente, invade al “yo” provocándole sentimientos de tensión y de ansiedad. ( Puede ser necesidad de venganza, necesidad sexual etc.).

2,. EL “YO”.- Vela por el equilibrio del psiquismo, o sea, pretende su homeostasis y también vela por la relación entre el individuo y la realidad. Además, tiene la misión de proteger al sujeto de los peligros externos y de las exigencias instintivas que pueden ser contrarios a los intereses del Yo. (Por ejemplo: explosión desmesurada de ira en el trabajo).

3.- El “SUPER YO”.-  Se percibe cuando se enfrenta al Yo de manera hostil, lo ataca y critica, produciéndole culpa , con matiz escrupuloso e incluso sádico.

El Yo es la instancia más accesible al conocimiento y a la observación. Cuando entre el Ello y el Yo las relaciones son pacíficas, el Yo cumple su misión: dejar pasar los impulsos del Ello , para hacerlos realidad, poniendo el aparato motor a su servicio. Pero el pasaje de los impulsos del Ello al Yo, no siempre está libre de conflictos, ya que el Ello se rige por el llamado Proceso Primario: prioriza el placer y la inmediatez…

En cambio, el Yo se rige por el Proceso Secundario: Predomina la lógica, y no siempre puede satisfacer los impulsos instintivos, pues tiene que tener en cuenta la realidad, la ética y los valores del  Super-Yo. Por estas razones, los impulsos instintivos a veces desagradan al Yo y al Super-Yo, rechazándolos… Pero al sentirse rechazados los impulsos atacan y avasallan al Yo para conseguir sus fines.

Por su parte, el Yo, se vuelve desconfiado y hace contraataques en el territorio del Ello. Su propósito es lograr una permanente paralización instintiva mediante recursos defensivos. Aquí entran los mencionados mecanismos de defensa.

En resumen: Un mecanismo de defensa es un impulso del Ello modificado por los recursos defensivos del Yo .Ver el artículo sobre la Proyección, o sobre la Identificación, por ejemplo.

Todas las medidas defensivas del Yo contra el Ello, ocurren de forma silenciosa e invisible. Solo es posible reconstruirlas retrospectivamente mediante la terapia.

La tarea del terapeuta sería hacer consciente lo inconsciente y dirigir su atención hacia los elementos de las tres instancias.

También, el terapeuta parece ser el colaborador del Ello, mientras que ejerce una labor inquietante frente al Yo y al Super Yo, al intentar desmontar los mecanismos defensivos, a los que el sujeto está acostumbrado, aunque le produzcan malestar.

En el curso del tratamiento, el terapeuta descubre represiones y destruye síntomas, que serían formaciones de compromiso patológicas ( por ejemplo, olvido un trauma mediante la represión, pero tengo ataques de ansiedad de los cuales desconozco el motivo ), que habrían sido aceptados por el yo para mantener la defensa.

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MECANISMOS INTERNOS 5.-“IDENTIFICACIÓN CON EL AGRESOR”.-











1.- INTRODUCCIÓN.-

Nos llegan a diario noticias de violencia: abusos sexuales, violencia machista, acoso escolar, acoso laboral….Parece que las relaciones sadomasoquistas son cada vez más frecuentes, constituyendo un fenómeno generalizado que se da en todas las edades y en todas las clases sociales. Cuando hablamos de “violencia” no nos referimos solamente a la violencia física, sino también a la psicológica: Existe el acoso moral, la humillación, el insulto, la descalificación, el aislamiento, el continuo reproche, la atribución injustificada de culpas ,la exclusión sistemática, el exceso de control, las sospechas y dudas acerca de la reputación de alguien…

La violencia es una expresión descontrolada de la agresividad. En otro artículo de este mismo blog titulado. “Las complejidades de la agresividad”, dediqué un artículo a esta emoción, considerándola un componente humano, junto con la sexualidad. La agresividad la tenemos en común con los animales y tiene que ver con los instintos de supervivencia y auto conservación. Sin embargo, cuando la agresividad se descontrola surge el sadismo y esta conducta es desgraciadamente, exclusivamente humana.

Para que exista un agresor, tiene que haber una víctima. Quiero explorar en este artículo  las consecuencias de la agresión sádica en la víctima.

2.- ORIGEN DEL CONCEPTO.-

El mecanismo llamado “Identificación con el agresor” fue descubierto por Sandor Ferenczi, médico y psicoterapeuta húngaro, fiel discípulo de Freud. Ferenczi descubre este fenómeno en el tratamiento de pacientes traumatizados, que habían sido víctimas de abusos sexuales por parte de adultos en la infancia.

En un artículo impresionante, publicado en 1933 y titulado “Confusión de Lenguas”, Ferenczi expone: “Cuando nos sentimos agobiados por una amenaza ineludible, nos identificamos con el agresor. Con la esperanza de sobrevivir, sentimos y nos convertimos precisamente en lo que el atacante espera de nosotros.”

¿ Cómo se produce este mecanismo?. Veremos los siguientes pasos:

1º): Nos sometemos mentalmente al atacante.

2º): Este sometimiento nos permite penetrar en la mente del agresor, para así poder adivinar sus deseos y sus intenciones. De este modo, anticipamos lo que el agresor va a hacer.

3º): Actuamos como un camaleón. Nos esfumamos de la escena como individuos a través de la sumisión, el silencio y la complacencia.

Estos tres pasos se dan en un instante.

Dice Ferenczi: “La víctima se someterá automáticamente a la voluntad de su agresor…con una identificación guiada por la ansiedad…así se introyecta a la persona amenazante y el miedo pude volverse adoración”.

Un fenómeno similar ocurre con el llamado “Síndrome de Estocolmo”, padecido por personas que han sufrido secuestros con peligro de muerte. Los prisioneros desarrollan simpatía e incluso amor hacia sus captores, porque perciben que sus vidas penden de un hilo y se encuentran totalmente vulnerables ante sus opresores.

3.- CONSECUENCIAS DE LA IDENTIFICACIÓN CON EL AGRESOR.-

Las consecuencias de este mecanismo por el cual nos convertimos en camaleones son varias:

1ª): Provoca en las víctimas un modo masoquista de relacionarse con la gente. El agresor pasa de ser una figura externa a ser introyectado por la víctima; o sea, que se convierte en “intra psíquico”, formando parte de la personalidad de la víctima que se percibe a sí misma miserable y merecedora de castigo. Por eso, mucha gente que ha sufrido maltrato de alguien, luego se maltratan a sí mismos. Además su autoestima está por los suelos y su código de conducta es muy escrupuloso, con grandes dosis de masoquismo moral  (Consciencia moral sádica), infringiéndose desde auto reproches hasta auto lesiones.

Racker ( 1968) estudia este fenómeno y aclara que cuando Ferenczi habla de “Identificación con el agresor”, no quiere decir que la víctima imite al agresor sino que “se mete” dentro de la mente del agresor. Así sabe lo que el atacante quiere y se convierte en un agresor de sí mismo. La víctima acaba pensando como el agresor  y se percibe a sí mismo como miserable y merecedora de castigo.

2ª): También se observa en personas que han sufrido maltrato un fuerte sentimiento de auto desconfianza, así como de vigilancia extrema de las conductas de los demás, dándose a veces una gran resistencia a ser influido por otros.

3ª): La “Identificación con el agresor” puede producir también la formación de síntomas obsesivo-compulsivos: Uno no se fía de su propia mente y por tanto, duda y tiene continuos pensamientos rumiantes, así como la realización de actos compulsivos, repetitivos: Por ejemplo,  las personas que comprueban una y otra vez si han cerrado el grifo, el gas, la casa o el coche o repasan mentalmente diálogos que han tenido con otras personas, por miedo a haber dicho algo inconveniente…

4ª): Las víctimas de agresión suelen disociar  la experiencia traumática. Renuncian a su propio “yo”, a sus propias percepciones y emociones. El disociar y por tanto, no demostrar miedo, puede amedrentar al atacante, o que este pierda el interés de hacer daño.

De esta manera, la disociación es una vía para: a): Negociar con la realidad amenazante. b): Evitar un peligro presente. c): Quitar intensidad al peligro, para así poder tolerarlo.

4.- EXTENSIÓN DEL MECANISMO DE “IDENTIFICACIÓN CON EL AGRESOR” EN LA VIDA COTIDIANA.-

Autores posteriores a Ferenczi han llegado a la conclusión de que el “Mecanismo de identificación con el agresor” constituye una táctica universal empleada por personas que están en una disposición débil o desamparada para enfrentarse a otros, percibidos como amenazantes. Esto sería algo así como “complacencia con la autoridad”.

Es decir, no hace falta sufrir un gran trauma o una gran agresión para caer en el mecanismo de “identificación con el agresor”. Alguien que tenga poder sobre nosotros, aunque sea de un modo benigno, como padres, profesores, etc…siempre existe la posibilidad de que esta figura de poder se vuelva peligrosa.

Veremos qué aportan otros autores posteriores a Ferenczi:

1.- ERICH FROMM en su obra “EL miedo a la libertad” exploró la tendencia humana a escapar del libre albedrío, o dicho con otras palabras, de la libertad, de la incertidumbre, de lo desconocido, identificándose con figuras de poder.  Fromm analiza el fenómeno de la aceptación del nazismo por parte del pueblo alemán en la época de Hitler.

2.- HOFFMAN, en 1998, habla de la tentación del ser humano de refugiarse en algo más extenso que uno mismo (patria, ideologías, religiones, sectas…) para escapar de la soledad y de la incertidumbre.

3.- JACK FRANKEL , en 1980, dice : “Sugiero que la identificación con el agresor forma parte de los aspectos de la comunicación que transcurre de forma continua entre personas, mientras interactúan”.  También se pregunta si existe una diferencia del mecanismo de “identificación con el agresor” entre personas que han sufrido graves traumas, frente a otras que se hayan enfrentado a traumas menores.

Concluye que:

a): Las personas más traumatizadas tendrán respuestas más persistentes de “identificación  con el agresor”, independientemente de la situación.

b): Las personas menos traumatizadas tendrán una mayor variedad de respuestas ante una situación de dominación.

 

 

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MECANISMOS INTERNOS 4.- DISOCIACIÓN

 

En el lenguaje corriente se usa éste término para describir la desconexión entre cosas generalmente asociadas entre sí.

En Química se entiende por” Disociación” la capacidad de la materia para separarse y volverse a unir nuevamente.

Etimológicamente la palabra viene del Latín: “dissociare”: separar distintos componentes de una sustancia o de una cosa a la que estaba unida.

En Psicología, Freud utilizó el término “disociación” para remarcar la condición dinámica y reversible del funcionamiento de los procesos psíquicos. En sus comienzos, cuando estudió los fenómenos histéricos, influido por Charcot, Janet y Breuer  , Freud consideraba la disociación como una condición necesaria para que se desarrollara una histeria.

Sin embargo, posteriormente descubre que la disociación no  es causa de la histeria, sino consecuencia de ella; una especie de solución de compromiso a raíz de la separación de la consciencia (doble consciencia), o en otras palabras, la separación entre contenidos conscientes e inconscientes.

El fenómeno de la disociación tiene que ver con la noción de “trauma psíquico”, ya que éste, provoca a veces una alteración de la consciencia y por tanto, una disociación. Esto es así, porque el recuerdo de un trauma resulta tan insoportable para la consciencia, que se expulsa de ella y va a parar a otro lugar, que es el Inconsciente.

Por esta razón, la terapia iría enfocada en reunir y asociar recuerdos intolerables, procurando una dinámica asociativa, para hacer consciente lo inconsciente.

Por consiguiente, el concepto de “Disociación” está relacionado con el de “Represión”, entendiendo por represión un esfuerzo para desalojar ciertos contenidos desagradables al Inconsciente. La consecuencia de una represión sería una disociación de la consciencia.

De este modo, la noción de “Disociación “enlaza también con la de “Conflicto psíquico”. La situación de estar en conflicto psíquico es muy frecuente: un afán del “yo” por defenderse de recuerdos penosos.

Un ejemplo de conducta disociada: Un hombre siente angustia ante una situación determinada, pongamos por caso, ante la contemplación de escenas violentas en la ficción o en la realidad. No sabe la causa de su angustia (aquí actúa disociadamente). Solo nota un gran malestar. La causa puede deberse a una situación violenta, vivida por él con anterioridad en la que no pudo o no supo reaccionar. La idea de contemplar una escena violenta (representación) le produce automáticamente un gran displacer, pero no lo relaciona con la anterior experiencia violenta que él sufrió y le causó un trauma. Por eso la “olvidó”, o dicho más precisamente, se disoció y envió el recuerdo del trauma a otra parte, al Inconsciente. Si no lo vuelve a asociar, trayendo el recuerdo reprimido a la consciencia, repetirá el mismo síntoma de angustia cada vez que presencia una escena violenta.

En Psicoanálisis la noción entre “normalidad” y “patología” es cuestión de grado. De este modo, autores actuales, como Perry (1990) afirman que la disociación también puede aparecer en sujetos normales y su función sería defenderse de afectos penosos.

Por ello, la disociación puede alterar de un modo transitorio la consciencia y la identidad de un individuo que presente ocasionalmente conductas disociadas. En neurosis más graves, la disociación es la expresión de defensas contra representaciones inconciliables para el yo.

Actualmente, el concepto de disociación se considera un mecanismo universal, que se utiliza en la vida cotidiana, tanto en actividades creativas (donde el sujeto tiende a desdoblarse), como para soportar experiencias traumáticas.

Vaillant (1992) piensa que la disociación opera sobre el afecto y reemplaza afectos desagradables por otros agradables. Es una especia de “negación forzada”. Por ejemplo, cuando un niño tiene miedo y se le pregunta, va a negar su temor y a contestar muy “seguro”: “No, no tengo miedo”; porque tener  miedo le hace quedar mal ante los demás y así, intenta preservar su autoestima.

 

 

 

 

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MECANISMOS INTERNOS 3.- PROYECCIÓN.

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Proyectar viene del latín y significa “Arrojar algo fuera, lanzar lejos”.En Psicoanálisis se entiende como “Proyección” el mecanismo mediante el cual un sujeto atribuye a otro sus propias tendencias, deseos o intenciones, ya que para el individuo que proyecta, resultan incómodas o inconfesables.

Pongamos el ejemplo de una persona racista. Esta proyecta sobre el grupo racial odiado sus propios temores y partes de sí mismo que aborrece.

La proyección es un mecanismo inconsciente y se da, tanto en conductas normales,como patológicas.

Freud descubrió este mecanismo en la paranoia, en el famoso “Caso Schereber”. En él encontró delirios de persecución, delirios de grandeza y delirio de celos.

El delirio de celos es un ejemplo típico de Proyección. Se diferencia de los celos normales, porque, aun sin indicios, la persona atribuye a su pareja una infidelidad, por la cual se siente celoso, pero es en estos casos que el sujeto se defiende de sus propios deseos de ser infiel y los proyecta en el otro.

También en las fobias pueden verse mecanismos de Proyección. El sujeto claustrofóbico atribuye a los espacios cerrados (algo real) una angustia que en realidad se refiere a si mismo, un sentimiento subjetivo de atrapamiento con algo o con alguien. En estos casos, proyecta en el ascensor, por poner un ejemplo un miedo o angustia de otro tipo.

Proyectamos siempre lo que consideramos peligroso, lo que tememos o de algo que nos avergüenza reconocer en uno mismo. Es un mecanismo de defensa.

La Proyección tiene que ver con la concepción de dos tipos de peligros que asechan al ser humano:

a): Los peligros del afuera, o sea, los peligros reales, frente  a los cuales se puede huir.

b): Los peligros internos, causados por diferentes estímulos interiores, frente a los cuales, no es posible la huida. Estos peligros internos serían fundamentalmente emociones como el miedo, la ira, la angustia o la tristeza….

De este modo, la Proyección constituye un mecanismo de defensa del “yo”: Arroja los peligros fuera de sí.

Esta dualidad: Dentro/fuera; Interno/ Externo nos remite al binomio “Yo”/”No Yo”. O dicho con otras palabras: Oposición entre: Sujeto/Objeto. Entendiendo por “Objeto” al mundo exterior”.

Recordemos la noción de “Introyección“ mencionada en el artículo de este mismo Blog sobre “La Identificación”, perteneciente a la categoría de “Mecanismos Internos”.

Si la Introyección es el mecanismo por medio del cual, el sujeto incorpora a su “Yo” los objetos que se le presentan, en tanto son fuente de satisfacción, la Proyección sería el mecanismo opuesto: Arrojar fuera de sí partes de uno que han sido rechazadas, o que no se desean reconocer como partes de uno mismo.

 

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